¿Quieres darle un toque artístico y original a las paredes de tu hogar? Si tienes una pared con gotelé y no sabes cómo decorarla, ¡no te preocupes! Tenemos la solución perfecta para ti: un mural en relieve.
¿Qué color le queda mejor al gotelé?
Además del tono del color, también es importante considerar el estilo y la atmósfera que se desea crear en la habitación. Si se busca un ambiente acogedor y cálido, los colores cálidos como los marrones, rojos y naranjas pueden ser una buena elección. Estos tonos suelen combinar muy bien con el relieve del gotelé, creando un efecto visual interesante y atractivo.
Por otro lado, si se busca un ambiente más fresco y relajante, los colores fríos como los azules y verdes pueden ser una opción adecuada. Estos colores también pueden ayudar a disimular el relieve del gotelé, especialmente si se eligen tonos más claros.
Otra opción a considerar es el uso de colores neutros como el blanco, beige o gris. Estos tonos son muy versátiles y combinan bien con cualquier estilo de decoración. Además, los colores neutros también pueden ayudar a disimular el relieve del gotelé, especialmente si se eligen tonos más claros.
¿Cómo se puede tapar el gotelé?
Para tapar el gotelé y obtener una superficie lisa, es necesario utilizar una pasta especial que se adhiere a la textura rugosa del gotelé. Esta pasta se aplica con un rodillo de pintura de pelo largo, asegurándose de cubrir completamente la superficie. Una vez aplicada, se utiliza una llana o una espátula específica para alisar la pasta, eliminando cualquier irregularidad y obteniendo una superficie uniforme.
Es importante destacar que el proceso de tapar el gotelé puede ser laborioso y requiere de paciencia y habilidad. Además, es necesario asegurarse de que la pasta utilizada sea de calidad y esté diseñada específicamente para cubrir el gotelé. También es recomendable lijar ligeramente la superficie antes de aplicar la pasta para obtener mejores resultados.
¿Qué es la pintura gotelé?
El gotelé es una técnica de decoración muy utilizada en la pintura de paredes interiores. Consiste en esparcir pintura más espesa de lo habitual de tal manera que durante su aplicación aparezcan gotas o grumos de material que produzcan una superficie final de acabado grumoso. Esta técnica se popularizó en los años 70 y 80 y se caracteriza por su apariencia rugosa y texturizada.
El gotelé se puede aplicar en diferentes tipos de superficies, como yeso, madera o cemento. Se utiliza principalmente para disimular imperfecciones en las paredes, ya que su acabado rugoso ayuda a camuflar pequeñas irregularidades como grietas o desniveles. Además, el gotelé también puede proporcionar un aspecto más acogedor y cálido a los espacios, ya que rompe la monotonía de las paredes lisas.
Aunque el gotelé ha sido muy utilizado en el pasado, en la actualidad su popularidad ha disminuido y se ha vuelto menos común en las tendencias de diseño de interiores. Muchas personas prefieren ahora las paredes lisas y sin textura, ya que permiten una mayor versatilidad a la hora de decorar y cambiar la apariencia de los espacios. Sin embargo, todavía hay quienes aprecian el estilo y la rusticidad que aporta el gotelé, especialmente en ambientes más rústicos o clásicos.
¿Cómo saber qué tipo de gotelé es?
Si queremos saber qué tipo de gotelé tenemos en nuestra pared, podemos realizar una sencilla prueba. Consiste en pasar un trapo húmedo sobre la superficie. Si el gotelé aguanta y no se desprende al contacto con el trapo, es probable que se trate de un gotelé plástico. Este tipo de gotelé se aplica con una pasta de textura plástica que se adhiere firmemente a la pared.
Por otro lado, si al pasar el trapo húmedo el gotelé se desprende y mancha el trapo, es muy probable que se trate de un gotelé al temple. Este tipo de gotelé se realiza con una mezcla de cola o pegamento y agua, lo que hace que sea más fácil de eliminar o desprender de la pared.