Al momento de elegir cómo separar el área de la ducha en tu baño, te encontrarás con dos opciones populares: la mampara y la cortina de baño. Ambas tienen sus ventajas y desventajas, por lo que es importante tomar en cuenta tus necesidades y preferencias antes de tomar una decisión. En este artículo, analizaremos las características de cada opción, sus pros y contras, y te brindaremos algunas recomendaciones para que puedas elegir la mejor opción para tu baño.
¿Qué es mejor, usar cortinas de tela o de plástico para el baño?
Las cortinas de tela para el baño tienen varias ventajas respecto a las cortinas de plástico. En primer lugar, suelen tener una caída ligera y suave, lo que les da un aspecto más elegante y sofisticado. Además, suelen presentarse en diseños más neutros y sobrios, lo que las hace más versátiles y fáciles de combinar con la decoración del baño.
Otra ventaja de las cortinas de tela es que no repelen el agua, lo que significa que no se acumulará agua en la superficie de la cortina. Sin embargo, esto también puede ser una desventaja si el baño no cuenta con una buena ventilación, ya que la tela puede tardar más tiempo en secarse y convertirse en un foco de bacterias o moho. Por lo tanto, es importante asegurarse de que el baño esté bien ventilado para evitar este problema.
¿Cómo se sustituye una mampara?
Cambiar una mampara de ducha puede ser un proceso sencillo si se siguen los pasos adecuados. Primero, es importante elegir la nueva mampara de ducha que se ajuste a nuestras necesidades y medidas. Una vez que tengamos la mampara adecuada, debemos medir cuidadosamente el espacio para asegurarnos de que encajará correctamente.
El siguiente paso es retirar la mampara anterior. Para ello, debemos desmontar los perfiles y rodamientos, teniendo cuidado de no dañar el plato de ducha o los azulejos. Una vez retirada la mampara antigua, es importante limpiar a fondo el plato y los azulejos para eliminar cualquier resto de silicona o suciedad.
Luego, procedemos a colocar los perfiles de la nueva mampara, asegurándonos de que estén nivelados y bien sujetos. A continuación, colocamos los rodamientos o las hojas de la mampara, según el tipo de diseño que hayamos elegido. Es importante asegurarse de que las hojas o puertas se deslizan suavemente y sin obstáculos.
Por último, aplicamos silicona en los puntos de unión entre la mampara y los azulejos, para asegurar un sellado hermético y evitar filtraciones de agua. Una vez que la silicona esté seca, podremos disfrutar de nuestra nueva mampara de ducha.
¿Cómo puedo evitar que el agua se salga de la ducha?
Una de las soluciones más efectivas para evitar que el agua se salga de la ducha es colocar un bordón alrededor del plato de ducha. Este bordón, que puede ser un listón de madera o cualquier otro material resistente al agua, se coloca en el borde del plato para facilitar que el agua no se salga por los bordes. Para su instalación, es importante asegurarse de que la zona del plato donde se va a adherir esté bien limpia y seca, para garantizar una correcta fijación.
Además del bordón, existen otras medidas que se pueden tomar para evitar que el agua se salga de la ducha. Una opción es utilizar una cortina de ducha de calidad, que sea lo suficientemente larga y ancha como para cubrir todo el espacio de la ducha y evitar que el agua salpique hacia fuera. Otra opción es instalar una mampara de ducha, que proporciona una barrera física para contener el agua dentro del área de la ducha.
¿Qué tipos de mamparas hay?
Existen tres tipos de mamparas de ducha, según sistema de apertura: mamparas frontales de apertura plegable, abatibles o correderas.
Las mamparas frontales de apertura plegable son ideales para baños de dimensiones reducidas, ya que permiten aprovechar al máximo el espacio disponible. Estas mamparas se pliegan sobre sí mismas, ocupando muy poco espacio cuando están abiertas. Además, su sistema de cierre magnético garantiza un sellado hermético, evitando filtraciones de agua.
Por otro lado, las mamparas abatibles son aquellas que se abren hacia el interior del plato de ducha o bañera. Este tipo de mamparas ofrecen un acceso amplio y cómodo a la ducha, ya que permiten una apertura total de la puerta. Además, su sistema de bisagras permite un cierre suave y seguro.
Por último, las mamparas correderas son las más comunes y versátiles. Estas mamparas cuentan con una o dos puertas que se deslizan sobre unos carriles, facilitando su apertura y cierre. Son una opción ideal para baños de cualquier tamaño, ya que no requieren espacio adicional para su apertura. Además, su diseño moderno y funcional se adapta a cualquier estilo de baño.