Las lámparas de salón son elementos clave a la hora de iluminar y decorar cualquier espacio de tu hogar. Además de proporcionar luz, también aportan estilo y personalidad a la habitación. En este post, te mostraremos una selección de las mejores lámparas de salón disponibles en el mercado, desde diseños clásicos y elegantes hasta opciones más modernas y vanguardistas. ¡Descubre cómo iluminar tu espacio con estilo y crear una atmósfera acogedora y sofisticada!
¿Qué tipo de iluminación debo poner en el salón?
En un salón ajustado, es importante elegir la iluminación adecuada para crear un ambiente acogedor y amplio. En lugar de optar por la clásica lámpara de techo que ofrece luz cenital y deja en penumbra las esquinas, es mejor decantarse por una iluminación perimetral. Esta puede lograrse mediante el uso de focos o tubos fluorescentes de luz cálida que bañen las paredes y ensanchen visualmente la estancia.
La iluminación perimetral tiene varias ventajas. En primer lugar, al iluminar las paredes, se crea un efecto de luz difusa que hace que la habitación parezca más grande y luminosa. Además, al no tener una fuente de luz centralizada, se evitan las sombras y se distribuye de manera más uniforme la luz en todo el espacio.
Para lograr una iluminación perimetral eficiente, es recomendable colocar los focos o tubos fluorescentes en las zonas estratégicas de la habitación, como cerca de las esquinas o en los rincones más oscuros. También es importante utilizar bombillas de luz cálida, ya que estas crean un ambiente más acogedor y relajante.
Además de la iluminación perimetral, se pueden añadir otras fuentes de luz complementarias, como lámparas de pie o de mesa, para crear puntos de luz focalizados y añadir más calidez al ambiente. Estas lámparas pueden tener pantallas de colores o diseños llamativos que complementen la decoración del salón.
¿Cómo son las lámparas actuales?
Las lámparas actuales se dividen en tres categorías principales: las lámparas incandescentes, las lámparas de descarga de gas y las lámparas LED. Las lámparas incandescentes son las más conocidas y utilizadas durante muchos años. Funcionan mediante un filamento de tungsteno que se calienta por la corriente eléctrica, generando luz en el proceso. Sin embargo, estas lámparas son poco eficientes energéticamente y tienen una vida útil corta.
Por otro lado, las lámparas de descarga de gas son aquellas que producen luz mediante un arco eléctrico que atraviesa un gas. Hay diferentes tipos de lámparas de descarga de gas, como las lámparas de vapor de mercurio, las lámparas de vapor de sodio y las lámparas de halogenuros metálicos. Estas lámparas son más eficientes que las incandescentes y tienen una vida útil más larga, pero también tienen algunas limitaciones, como el tiempo de calentamiento y enfriamiento antes y después de encenderlas.
Por último, las lámparas LED son las más modernas y eficientes en términos de energía y durabilidad. Estas lámparas están compuestas por diodos emisores de luz que generan luz cuando la corriente eléctrica pasa a través de ellos. Son extremadamente eficientes en el consumo de energía y tienen una vida útil muy larga. Además, las lámparas LED ofrecen la posibilidad de ajustar la intensidad de la luz y cambiar el color, lo que las hace muy versátiles y populares en la iluminación actual.
¿Qué tipo de lámpara hay?
En este post queremos haceros un pequeño resumen de los principales usos de cada uno de los siguientes tipos de lámparas:
– Lámparas de pie: Son ideales para iluminar una zona específica de una habitación, como un rincón de lectura o una esquina de un salón. También son muy útiles como luz ambiental en espacios grandes.
– Lámparas de sobremesa: Son perfectas para iluminar una mesa de estudio o trabajo, pero también pueden ser usadas como lámparas decorativas en mesas auxiliares o mesitas de noche.
– Lámparas colgantes: Son una opción muy popular para iluminar mesas de comedor, islas de cocina o espacios altos. Además de proporcionar luz, también añaden un toque de estilo y elegancia a cualquier estancia.
– Plafones: Son lámparas que se instalan en el techo y proporcionan luz general a una habitación. Son ideales para espacios pequeños o con techos bajos, ya que no ocupan mucho espacio.
– Apliques de pared: Son lámparas que se instalan en la pared y proporcionan luz puntual. Son ideales para iluminar pasillos, escaleras o zonas de lectura.
– Lámparas portátiles: Son lámparas que se pueden mover de un lugar a otro según nuestras necesidades. Son muy prácticas para iluminar espacios exteriores, como terrazas o jardines.
– Las ‘inclasificables’: Existen también lámparas que no se ajustan a ninguna de las categorías anteriores, como las lámparas de techo regulables en altura o las lámparas de pie con brazo articulado. Estas lámparas suelen ser más versátiles y se adaptan a diferentes necesidades de iluminación.
En resumen, cada tipo de lámpara tiene sus propias características y usos específicos. Es importante elegir la lámpara adecuada para cada espacio, teniendo en cuenta el estilo decorativo, la funcionalidad y la cantidad de luz necesaria.
¿Cuál es la diferencia entre una lámpara y una luminaria?
La diferencia entre una lámpara y una luminaria radica en que la luminaria es todo el conjunto de dispositivos que sirven de soporte a las lámparas. Esto incluye no solo la propia lámpara, sino también todos los accesorios y equipamiento necesario para su instalación.
Las lámparas son los elementos que emiten la luz, y se sitúan dentro de las luminarias. Estas últimas tienen la función de controlar la luz emitida por las lámparas, ya sea dirigiéndola o filtrándola según las necesidades. Además, las luminarias también pueden tener otros componentes, como reflectores, difusores o pantallas, que contribuyen a la distribución y calidad de la luz emitida.
¿Qué tipo de luz se pone en el salón?
En el salón es importante utilizar una luz indirecta que no deslumbre y genere una ambiente acogedor. Para lograr esto, se recomienda utilizar lámparas con pantallas o difusores que dispersen la luz de forma suave. Además, es importante que la luz sea regulable para poder adaptarla a las diferentes actividades que se realicen en el salón, como ver la televisión, leer o simplemente relajarse.
En cuanto al tono de la luz, se recomienda que sea cálida para crear una atmósfera más acogedora. Una temperatura de color de unos 2700-3000K suele ser adecuada para el salón. Además, es importante que la intensidad de la luz sea suave, para evitar sombras duras y crear un ambiente más relajante.
Si se decide iluminar el salón desde el techo, una opción muy recomendable es instalar leds en el perímetro del salón, de esta manera la luz se repartirá de forma uniforme por toda la estancia. Los leds son una opción eficiente y duradera, además de permitir un mayor control sobre la intensidad de la luz gracias a su regulación. No obstante, también se pueden utilizar otras opciones de iluminación, como lámparas de pie o de mesa, para aportar puntos de luz adicionales y crear diferentes ambientes en el salón.